La guerra es algo que Arafat envía a otros a hacer por él. Es decir, las pobres almas que creen en él. Este pomposo incompetente causó el fracaso de las negociaciones de Camp David, la mediación de Clinton.
Arafat se contradice cada cinco minutos. Él siempre juega la traición, mentiras, incluso si se le pregunta qué hora es.
Entro en las negociaciones con el Presidente Arafat, el líder de la OLP, representante del pueblo palestino, con el fin de tener la convivencia entre nuestras dos entidades, Israel como Estado judío y el Estado palestino, entidad, junto a nosotros, viviendo en paz.