Frases de Epicteto de Frigia

No se llega a campeón sin sudar.

Si dicen mal de ti con fundamento, corrígete; de lo contrario, échate a reír.

En las desgracias hay que acordarse del estado de conformidad con que miramos las ajenas.

Puedes ser invencible si nunca emprendes combate de cuyo regreso no estés seguro y sólo cuando sepas que está en tu mano la victoria.

Los placeres raros son los que más nos deleitan.

Todos los asuntos tienen dos asas: por una son manejables, por la otra no.

En la prosperidad es muy fácil encontrar amigos, en la adversidad no hay nada más difícil.

¿Qué ganarías con injuriar a una piedra que es incapaz de oírte? Pues bien, imita a la piedra y no oigas las injurias que te dirijan tus enemigos.

Así como hay un arte de bien hablar, existe un arte de bien escuchar.

El error del anciano es que pretende enjuiciar el hoy con el criterio del ayer.

¿Quieres dejar de pertenecer al número de los esclavos? Rompe tus cadenas y desecha de ti todo temor y todo despecho.

Acusar a los demás de los infortunios propios es un signo de falta de educación. Acusarse a uno mismo, demuestra que la educación ha comenzado.

Sólo el hombre culto es libre.

La felicidad no consiste en adquirir y gozar, sino en no desear nada, pues consiste en ser libre.

Un barco no debería navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza.

El exceso de cólera engendra la locura.

No hay que tener miedo de la pobreza ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte. De lo que hay que tener miedo es del propio miedo

La envidia es el adversario de los más afortunados.

La prudencia es el más excelso de todos los bienes.

El sol no espera a que se le suplique para derramar su luz y su calor. Imítalo y haz todo el bien que puedas sin esperar a que se te implore.

La fuente de todas las miserias para el hombre no es la muerte, sino el miedo a la muerte.

Es curioso que la vida, cuanto más vacía, más pesa.

El infortunio pone a prueba a los amigos y descubre a los enemigos.