Frases de Albert Einstein

A veces uno paga más por las cosas que después no obtiene nada a cambio.

Leer, después de cierta edad, desvía demasiado la mente de sus actividades creativas. Cualquier hombre que lee mucho y usa su propio cerebro muy poco cae en hábitos perezosos de pensamiento.

La política es para el momento, pero una ecuación es para la eternidad.

A la gente le encanta cortar leña. En esta actividad uno puede ver inmediatamente los resultados.

La paz no se puede mantener por la fuerza, sino que sólo puede lograrse mediante la comprensión.

Sólo aquel que se dedica a una causa con todas sus fuerzas y alma puede ser un verdadero maestro. Por esta razón el dominio exige todo de una persona.

Una de las ventajas del sistema comunista del Este es que tiene algunas de las características de una religión e inspira a las emociones de una religión.

Una vez que aceptamos nuestras limitaciones, podemos superarlas.

Soy lo suficientemente artista como para dibujar libremente sobre mi imaginación.

Soy un no-creyente profundamente religioso -se trata de un nuevo tipo de religión.

El que ya no puede detenerse a maravillarse y permanecer absorto en el temor, es como si estuviera muerto; sus ojos están cerrados.

Dios siempre escoge el camino más sencillo.

Pocos son los que ven con sus propios ojos y sienten con sus propios corazones.

La confusión de los objetivos y la perfección de los medios parece, en mi opinión, caracterizar nuestra época.

La preocupación por el hombre y su destino debe constituir siempre el interés principal de todos los esfuerzos técnicos. No olvides nunca esto en medio de sus diagramas y ecuaciones.

El sentido común es la colección de prejuicios adquiridos a los dieciocho años.

Ante Dios somos todos igualmente sabios -e igualmente tontos.

Por lo que a mí respecta, prefiero el vicio silencioso a la virtud ostentosa.

Cualquier hombre que pueda conducir de forma segura mientras besa a una chica guapa, simplemente no está dando al beso la atención que se merece.

Cualquier tonto inteligente puede hacer cosas más grandes y más complejas... Se necesita un toque de genialidad -y mucho coraje- para moverse en la dirección opuesta.

Todas las religiones, artes y ciencias son ramas del mismo árbol.

Una mesa, una silla, un plato de fruta y un violín, ¿qué más necesita un hombre para ser feliz?

Una persona que nunca ha cometido un error nunca intentó nada nuevo.

Nunca pienso en el futuro, llega enseguida.

¿Qué sabe el pez del agua, donde nada toda su vida?